delito de homicidio imprudente

El delito de homicidio imprudente

Definición y marco legal: 

El delito de homicidio imprudente se encuentra tipificado en el artículo 142 del Código Penal y que consiste en la acción de causar la muerte de una persona de manera involuntaria, debido a una imprudencia grave o menos grave por parte del autor. 

Elementos del homicidio imprudente:

  1. Acción negligente: el autor debe realizar una acción imprudente, descuidada o negligente, que en todo caso tiene que ser considerada grave o menos grave. No basta con cualquier error o falta de atención o de cuidado. La imprudencia tiene que ser grave o menos grave, siendo este el elemento clave en este delito, lo que significa que se requiere un nivel de negligencia relevante, es decir, que el autor haya ignorado una precaución razonable que cualquier otra persona en circunstancias similares sí hubiera tenido. Si la imprudencia se considera leve, aunque se haya causado la muerte de una persona, la conducta del autor no será delictiva, y únicamente podrá reclamarse al conductor la indemnización económica que corresponda por el fallecimiento de la víctima.
  2. Resultado mortal: debe haber una relación causal directa entre la acción imprudente y la muerte de la víctima. Es decir, la muerte debe ser el resultado directo de la negligencia del autor.
  3. Falta de intención: a diferencia del homicidio doloso, en el homicidio imprudente el autor no tenía la intención de causar la muerte de la víctima, ni siquiera preveyó dicho resultado como consecuencia de su acción, por lo que la muerte es el resultado no deseado de la negligencia.
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Penalización del delito de homicidio imprudente

Las penas establecidas en el Código Penal para el delito de homicidio imprudente pueden variar según la gravedad de la imprudencia y las circunstancias del caso. La duración de la pena de prisión dependerá de factores como la entidad y relevancia del riesgo creado y del deber normativo de cuidado infringido, así como la concurrencia o no de circunstancias atenuantes o agravantes.

En primer lugar, dentro del delito de homicidio imprudente, hay que distinguir entre el delito que se comete por imprudencia grave, previsto en el artículo 142.1, que tiene aparejada una pena de prisión, y el delito atenuado cometido por imprudencia menos grave, regulado en el artículo 142.2 CP, castigado con pena de multa.

El artículo 142.1 CP regula el homicidio imprudente estándar cometido por imprudencia grave y establece que “El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años”.

Dentro de este artículo se especifican en párrafos separados distintos tipos de negligencia grave mediante la que puede cometerse un delito de homicidio imprudente:

-Utilizando un vehículo a motor (párrafo segundo): “Si el homicidio imprudente se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se impondrá asimismo la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a seis años. A los efectos de este apartado, se reputará en todo caso como imprudencia grave la conducción en la que la concurrencia de alguna de las circunstancias previstas en el artículo 379 CP determinara la producción del hecho.

Ejemplos de esto sería un conductor que excede ampliamente los límites de velocidad en una zona residencial y, como resultado, provoca un accidente fatal o el que conduce bajo los efectos del alcohol o las drogas y mata a alguien como consecuencia de dicha afectación.

Es evidente que este delito consiste en causar la muerte de otra persona mientras se conduce un vehículo a motor a causa de la falta de precaución y atención debida al conducir o por el incumplimiento de las normas de circulación.

-Utilizando un arma de fuego (párrafo tercero), se impondrá también la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de uno a seis años.

-Si el homicidio se hubiera cometido por imprudencia profesional (párrafo cuarto) se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un periodo de tres a seis años.

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El artículo 142.2 CP regula el delito de homicidio imprudente atenuado cometido por imprudencia menos grave y estipula: “El que por imprudencia menos grave causare la muerte de otro, será castigado con la pena de multa de tres meses a dieciocho meses”.

Asimismo se prevé específicamente la comisión de este delito atenuado utilizando un vehículo a motor o utilizando un arma de fuego, al tener penas accesorias.

Si el homicidio se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se podrá imponer también la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de tres a dieciocho meses. Se reputará imprudencia menos grave, cuando no sea calificada de grave, siempre que el hecho sea consecuencia de una infracción grave de las normas sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, apreciada la entidad de ésta por el Juez o el Tribunal.

Si el homicidio se hubiera cometido utilizando un arma de fuego, se podrá imponer también la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de tres a dieciocho meses.

Este delito menos grave sólo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante legal.

Por último, el artículo 142 bis regula un subtipo agravado, consistente en aquellos casos extraordinarios, de notoria gravedad, en los que se hubiere provocado la muerte de dos o más personas o la muerte de una y lesiones constitutivas de delito del artículo 152.1.2.º o 3.º en las demás, estableciendo que en estos supuestos se podrá imponer la pena superior en grado a la establecida en el artículo 142.1 CP, esto es, una pena de prisión de 4 a 6 años.

Y también prevé otro subtipo súper agravado, si el número de fallecidos fuere muy elevado, en cuyo caso podrá imponerse la pena superior en dos grados, por tanto, de 6 a 8 años de prisión.

La omisión del deber de socorro

La omisión del deber de socorro se produce cuando una persona que se encuentra en una situación en la que pueda y deba hacerlo, no presta la ayuda y asistencia necesaria a otra persona que se encuentra en peligro o en una situación de grave necesidad o no pide auxilio si está impedido para socorrer a la víctima.

La ley establece la obligación de prestar auxilio en situaciones como los accidentes de tráfico con víctimas.

Este delito de omitir el deber de socorro está regulado en el artículo 195 del Código Penal, el cual establece: “El que no socorriese a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce meses. 2. En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia auxilio ajeno”.

Es fundamental tener en cuenta que el delito de homicidio imprudente utilizando un vehículo a motor y el delito de omisión del deber de socorro son delitos independientes entre sí, que en ocasiones se encuentran relacionados. Por ejemplo, si una persona conduciendo un vehículo a motor causa un accidente de tráfico y no presta el debido socorro a la víctima, que acaba muriendo, podría ser condenado como autor de un delito de homicidio imprudente y como autor de un delito de omisión del deber de socorro.

En cualquier situación legal relacionada con un homicidio imprudente o con un delito de omisión del deber de socorro, es crucial contar con el asesoramiento de un abogado penalista especializado para garantizar la defensa adecuada de los derechos y garantías de los implicados, ya sean del acusado o de las víctimas.

La importancia de un abogado penalista en un caso de delito de homicidio imprudente

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En situaciones en las que una persona se vé involucrada en un delito de homicidio imprudente, es esencial comprender la necesidad y la importancia de buscar el asesoramiento de un abogado penalista. 

Como hemos visto, este tipo de delito conlleva graves consecuencias legales y personales, y contar con la representación legal adecuada es fundamental para garantizar una defensa sólida y proteger los derechos del acusado. 

Estas son algunas de las razones clave por las que acudir a un abogado penalista en un caso de delito de homicidio imprudente, resulta determinante:

  1. Conocimiento especializado del derecho penal: 

Los abogados penalistas tienen un profundo conocimiento del procedimiento judicial penal y de las leyes que rigen los casos de homicidio imprudente. Saben cuáles son los elementos esenciales que deben demostrarse para imputar este delito, así como las estrategias defensivas más efectivas y las pruebas a practicar. Su experiencia y conocimiento les permiten analizar y evaluar minuciosamente las pruebas, identificar posibles fallos en la tesis acusatoria y construir una sólida defensa para el acusado.

  1. Protección de los derechos del acusado: 

En cualquier caso penal, incluido el homicidio imprudente, es fundamental proteger los derechos del acusado. Un abogado penalista experto se asegurará de que se respeten los derechos constitucionales del acusado, como el derecho a la presunción de inocencia, a un procedimiento con todas las garantías, a la práctica de las pruebas esenciales para desvirtuar la acusación, a un juicio justo y a la debida diligencia procesal. 

  1. Evaluación y preparación de la estrategia de defensa: 

Un abogado penalista realizará una evaluación exhaustiva de las circunstancias específicas del caso y recopilará todas las pruebas relevantes. Esto incluye examinar las pruebas presentadas por la acusación, así como buscar pruebas adicionales que respalden la defensa del acusado. 

  1. Negociación de acuerdos y representación en el juicio: 

Un abogado penalista experimentado está preparado para negociar con la fiscalía y la acusación particular en busca de posibles acuerdos favorables para el acusado. Esto puede implicar reducir las penas, negociar penas más bajas o buscar alternativas al encarcelamiento. 

Si el caso llega a juicio, el abogado proporcionará una representación efectiva y trabajará por los intereses del acusado, presentando argumentos sólidos, interrogando a los testigos y, en su caso, a los peritos (como guardias urbanos o médicos, entre otros) y presentando pruebas a favor de su defensa.


En casos de homicidio imprudente, buscar el asesoramiento de un abogado penalista cualificado es de vital importancia. Este profesional legal brindará conocimientos especializados, protegerá los derechos del acusado, desarrollará una estrategia de defensa sólida y ofrecerá representación legal en todas las etapas del proceso. 

No subestime las implicaciones legales de un caso de delito de homicidio imprudente y asegúrese de contar con el apoyo de un abogado penalista competente para garantizar una defensa justa y efectiva.

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