Delitos contra el medio ambiente

Los delitos contra el medio ambiente cubre la gama de actividades que violan la legislación ambiental y causan daños o riesgos significativos para el medio ambiente, la salud humana o ambos.

Estas ofensas pueden incluir, pero no se limitan, a la recolección, transporte, recuperación o disposición inadecuada de desechos; a la operación ilegal de una planta en la que se realiza una actividad peligrosa o en la que se almacenan sustancias o preparaciones peligrosas; a la matanza, destrucción, posesión o comercio de especies de animales o plantas silvestres protegidas; a la producción, importación, exportación, comercialización o uso de sustancias que agotan el ozono.

El tráfico de residuos demuestra el alcance del problema

El uso de estructuras comerciales legales por parte de actores criminales es una característica inherente del área de delitos contra el medio ambiente. En muchos casos, los actores criminales y los negocios legales son indistinguibles. Como parte de este desarrollo, los delincuentes involucrados en el tráfico de residuos se han movido hacia el modelo comercial más complejo de gestión de residuos ilícitos en lugar de simplemente verterlos ilegalmente.

Los traficantes de residuos ahora operan a lo largo de toda la cadena de procesamiento de residuos y dependen en gran medida del uso de documentos fraudulentos.

Impacto en el medio ambiente

Los delitos contra el medio ambiente se caracterizan por su impacto en el medio ambiente natural. Este impacto se manifiesta en:

– Niveles crecientes de contaminación
– Una degradación de la vida silvestre
– Una reducción en la biodiversidad
– La perturbación del equilibrio ecológico.
– El desastre ambiental
– El cambio climático irreversible
– La contaminación de la cadena alimentaria
– Una esperanza de vida reducida
– La muerte de los seres humanos.

El delito medioambiental es altamente lucrativo

Los delitos contra el medio ambiente pueden ser casi tan rentable como el tráfico ilegal de drogas, aunque las sanciones son mucho más bajas y son más complejas a la hora de detectar. Estos factores lo hacen muy atractivo para ciertos grupos de crimen organizado.

La participación en el tráfico ilegal de desechos y en especies de animales y plantas en peligro de extinción es ahora rutina para muchos grupos del crimen organizado. Y hay indicios de que los ingresos de estas actividades también se utilizan para financiar el terrorismo. En el caso de la delincuencia ambiental organizada, no es raro que las pandillas tradicionales al estilo de la mafia utilicen el mismo modus operandi y las mismas rutas que utilizan para sus otras actividades.

Algunos estudios sobre los delitos contra el medio ambiente

Según un estudio reciente los delitos y actividades criminales relacionadas con el medioambiente son de las más gratificantes financieramente.

Link al documento de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente, en inglés).

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